Liposucción y Medicina China
La grasa es un Ovario periférico.
La grasa tiene un papel que poca gente conoce: Una de sus funciones más fascinantes es su papel en la regulación hormonal, particularmente en lo que respecta a los estrógenos, las hormonas sexuales femeninas.
El tejido
adiposo se comporta, en cierto modo, como un "ovario periférico".
Esta analogía no es meramente poética, sino que refleja una realidad biológica
en la que el tejido adiposo participa activamente en la síntesis de hormonas
esteroides. Es capaz de convertir precursores androgénicos, como la
testosterona y la androstenediona, en estrógenos, como el estradiol y el
estroma. Este proceso no es trivial, ya que los estrógenos desempeñan roles
fundamentales en múltiples aspectos de la salud y el bienestar, especialmente
en la regulación del ciclo reproductivo femenino.
En las
mujeres premenopáusicas, la formación de estrógenos se distribuye entre los
ovarios, que contribuyen con aproximadamente el 80%, y el tejido adiposo, que
aporta el 20% restante.
Este equilibrio subraya la importancia del tejido adiposo incluso durante los
años reproductivos. Sin embargo, es en la postmenopausia donde el papel del
tejido adiposo se magnifica.
Con la disminución de la función ovárica, el tejido adiposo se convierte en la principal fuente de estrógenos, invirtiendo la proporción mencionada anteriormente.
Esta capacidad adaptativa subraya la importancia del tejido adiposo en la regulación hormonal a lo largo de la vida de una mujer.
La
relación entre el tejido adiposo y la producción de estrógenos conlleva
importantes implicaciones para la salud. Por un lado, un exceso de tejido
adiposo, conocido como adiposis, puede conducir a una hiperestrogenemia, es
decir, a niveles elevados de estrógenos en el cuerpo. Esta condición puede
tener diversas consecuencias, incluyendo un impacto en el riesgo de desarrollar
ciertas enfermedades. Por otro lado, la escasez de tejido adiposo, o
adipopenia, puede resultar en hipoestrogenemia, es decir, niveles bajos de
estrógenos, lo cual también puede tener efectos significativos en la salud, especialmente
en la capacidad reproductiva y en la salud ósea.
Este
entendimiento nos lleva a reconsiderar nuestra percepción del tejido adiposo, no
como un enemigo estético, sino como un aliado biológico con un papel
fundamental en nuestra salud hormonal y reproductiva. La complejidad de sus
funciones nos recuerda la importancia de mantener un equilibrio saludable,
donde ni el exceso ni la deficiencia sean extremos en los que caigamos,
reconociendo así el valor intrínseco de este tejido en el mantenimiento de
nuestra salud integral.
Cirugía estética (Liposucción)
La cirugía estética, incluyendo procedimientos como la liposucción, es una herramienta poderosa que ha brindado beneficios tanto estéticos como psicológicos a millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, como ocurre con cualquier intervención médica, es crucial abordarla con un entendimiento claro de sus implicancias, beneficios y potenciales riesgos, y en relación con lo que se va descubriendo debemos de replantearnos si es ¿sana o no?
La eliminación de cantidades significativas de tejido adiposo a través de la liposucción podría, teóricamente, alterar el equilibrio hormonal, especialmente en lo que respecta a la producción de estrógenos. Sin embargo, la relación entre la liposucción y los cambios hormonales no es tan directa o simple. La cantidad de tejido adiposo removido durante una liposucción típica puede no ser suficiente como para provocar un cambio drástico en la producción de hormonas. La mayoría de las liposucciones se realizan para contornear áreas específicas y no para eliminar cantidades masivas de grasa que podrían resultar en cambios hormonales significativos.
Se sabe
que algunas personas han reportado cambios hormonales después de la
liposucción. Esto puede incluir un crecimiento anormal de vello, acné, sudor
excesivo y otros síntomas
La
liposucción[i]
también puede afectar los niveles de hormonas tiroideas y hormonas sexuales
como la testosterona y el estrógeno. Estos cambios pueden afectar todo, desde
el metabolismo hasta los niveles de energía y el deseo sexual. Como tal, es
importante discutir cualquier posible cambio hormonal con su médico antes de
someterse a una liposucción.
La
liposucción puede llevar a un aumento en los niveles de estrógeno debido a la
forma en que descompone las células grasas, lo que a su vez puede resultar en
pechos más llenos, cambios en la menstruación y cambios de humor.
Estos
cambios hormonales pueden interferir con la capacidad del cuerpo para sanar y,
en algunos casos, incluso resultar en un aumento de peso. Además, la
liposucción también puede afectar los niveles de hormonas tiroideas y sexuales
como la testosterona y el estrógeno, lo que puede influir en todo, desde el
metabolismo hasta los niveles de energía y la libido.
Además,
el cuerpo humano es un sistema adaptable. La producción de estrógenos, aunque
parcialmente localizada en el tejido adiposo, también es llevada a cabo por
otros órganos y tejidos, especialmente los ovarios en mujeres premenopáusicas. Esto
significa que, en la mayoría de los casos, el cuerpo puede compensar la pérdida
de tejido adiposo hasta cierto punto.
Dicho esto, es esencial abordar la liposucción con una mentalidad equilibrada, considerando tanto los beneficios estéticos como los
posibles impactos en la salud. Las mujeres deben discutir a fondo con su médico o cirujano plástico los posibles efectos de la liposucción en su sistema hormonal, especialmente si se están considerando áreas significativas del cuerpo para la eliminación de grasa.
En
resumen, aunque la eliminación de tejido adiposo a través de la liposucción puede
tener algún impacto en la regulación hormonal, especialmente en lo que
respecta a los estrógenos, este efecto suele ser limitado y compensado por la
capacidad del cuerpo para adaptarse. Sin embargo, lo que mas me llama la
atención es que no existan prácticamente "ningún" artículo que se aborde este
interrogante, lo que me lleva a preguntarme, ¿a quién le interesa saber sobre
esto?, esto creo que es un negocio y que se tapa al igual que el síndrome de
ASIA.
Liposucción y Acupuntura
La
liposucción, considerada dentro del paradigma de la medicina oriental,
representa una intervención que se desvía significativamente de los procesos
naturales a los que el cuerpo humano ha estado históricamente expuesto. Desde
esta perspectiva, la técnica de liposucción puede interpretarse como una
agresión notable hacia la homeostasis corporal, dada su naturaleza invasiva y
la alteración que provoca en los tejidos subcutáneos. En el contexto de la
teoría oriental, los espacios intersticiales entre la piel y la musculatura,
conocidos como CouLi, y el tejido adiposo, denominado GAO, son cruciales para
la circulación de la energía WeiQi. Esta energía es fundamental para el
mantenimiento de la salud y el equilibrio en el individuo.
La práctica de insertar un cánula y destruir tejido adiposo para su extracción implica una perturbación considerable del equilibrio bioenergético, lo cual podría tener repercusiones en la funcionalidad sistémica del organismo. Esta intervención podría, teóricamente, alterar la comunicación bioenergética, impactando de manera significativa en el sistema psiconeuroendocrinoinmunológico del individuo.
Es
importante reconocer que, aunque la medicina tradicional china no ha
investigado explícitamente las consecuencias de la liposucción, debido a su
naturaleza relativamente moderna, es imperativo considerar las implicaciones
que trascienden lo meramente físico. El tejido adiposo no solo desempeña un
papel estructural, sino que también actúa como una glándula endocrina,
participando activamente en la regulación de diversos procesos fisiológicos.
Aunque el organismo posee una notable capacidad de adaptación y restauración
del equilibrio, es crucial cuestionar los efectos a largo plazo de tales
intervenciones, especialmente en mujeres (y cada vez más hombres), quienes
podrían ser más susceptibles a desórdenes endocrinos post-procedimiento.
La
creciente incidencia de problemas endocrinos en la población podría estar
parcialmente influenciada por la normalización de procedimientos quirúrgicos
agresivos como la liposucción. Esta reflexión invita a una evaluación más
profunda de las prácticas médicas contemporáneas, ponderando no solo los
beneficios estéticos inmediatos, sino también las posibles consecuencias a
largo plazo sobre la salud integral del individuo, desde una perspectiva
bioenergética y sistémica.
[i] https://www.metropolmed.com/liposuction-and-hormonal-changes-understanding-the-impact-on-results/